La mitología griega explica que Krokos era amigo del dios Hermes y que un día jugando juntos al disco, Krokos fue herido con un golpe en la frente que resultó mortal. De la sangre vertida en la tierra, Hermes creó una planta nueva con filamentos amarillos y rojos, la que conocemos vulgarmente en la actualidad como "rosa del azafrán" (Crocus Sativus). La flor del azafrán es originaria de Asia y del Mediterráneo, donde se ha cultivado desde hace miles de años. En cosmética combate de forma eficaz la pigmentación de la piel gracias a su aporte de vitaminas A, D, E y grupo B. Su acción exfoliante limpia y deja una piel uniforme y sin imperfecciones.