Originario de México, la corteza del tepezcohuite fue usada por los mayas para el tratamiento de las lesiones cutáneas y en México aún sigue siendo empleada por su particular eficacia en el tratamiento de quemaduras. Sus propiedades antiinflamatorias, antibacterianas, anestésicas y regenerativas de la epidermis le valieron el sobrenombre de planta milagrosa. El Tepezcohuite o Tepescohuite es conocido tradicionalmente como “árbol de la piel”por todas las propiedades que aporta.
El tepezcohuite es rico en minerales, ácidos fenolicos, flavonoides, taninos y terpenoides. Dentro de sus propiedades cosméticas destacan su acción contra los radicales libres y su fuerte acción regenerante y reafirmante. Actúa a nivel celular prolongando la vida activa de las células favoreciendo su correcta división.